Durante mi último año de la secundaria tuve el privilegio de compartir de cerca con Rafael Ángel Pérez, una vez incorporado al equipo de atletismo del Colegio La Salle. El profesor Augusto Pila Teleña no sólo era el entrenador nuestro, sino también de la selección nacional de atletismo, por lo que las prácticas las realizábamos junto con los atletas mayores. Entre ellos, el más renombrado era Rafael Ángel Pérez, quien ya había ganado la prueba de maratón Max Tot, de Guatemala y, en los años siguientes, lograría triunfar en varias carreras tan famosas como las de Coamo, en Puerto Rico, y San Silvestre, en Brasil, donde venció incluso a la élite del fondismo mundial. Además, se le reconocía ya como el gran campeón en las justas de larga distancia de los centroamericanos de atletismo. Debido a la camaradería existente entre los atletas del profesor Pila, compartí muchas horas con Rafael Ángel durante aquellos entrenamientos y en las competencias en que participamos juntos.
Aún conservo con gratitud varias páginas escritas a mano por él, que me pidió mecanografiar, sobre su primera carrera en Coamo, cuando terminó en cuarto lugar. Allí hizo la hazaña de superar al atleta australiano Derek Clayton, poseedor en ese entonces del récord mundial de maratón, quien fue el primer maratonista del mundo en bajar de las 2 horas y 10 minutos y estableció una plusmarca que se mantuvo por 12 años. También Pérez derrotó esa vez al gran corredor colombiano Víctor Mora, segundo en la Maratón de Boston de 1972 y tetracampeón en la famosa carrera de San Silvestre. Por esto valoro tanto el autógrafo y la dedicatoria de Rafael Ángel: “a mi amigo Gaston”, al final de ese escrito, así como una tarjeta postal que me envió, antes de correr su carrera de diez mil metros, durante los Juegos Olímpicos de México, en el año 1968.
Años después, analizamos juntos sus respuestas a una prueba que diseñé, como asesor psicológico, para los atletas de nuestra Selección, en preparación para el Centroamericano de Atletismo de 1971. Además, pude colaborar en la concentración previa al evento, mediante entrevistas y dinámicas para los atletas universitarios. En esta ocasión, Rafael Ángel Pérez volvió a ganar sendas medallas y nuestra representación fue la campeona general del Certamen.
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