1923-1924. En los años en que Enrique de Mézerville laboró para el Diario del Comercio y luego La Opinión, uno de los empleados de la empresa era el reconocido futbolista Joaquín “Toquita” Gutiérrez, quien fue delantero del equipo La Libertad en los años de 1910 y del Herediano en los veintes y treintas, desde el primer campeonato de fútbol que se jugó en Costa Rica en 1921. Dado que en esa época todos los deportistas eran aficionados, que solo podían entrenar en su tiempo libre, Toquita se hacía acompañar de Enrique, durante las horas de almuerzo, para irse a jugar a la Sabana. Allí lo colocaba de portero y lo bombardeaba con sus potentes remates al arco, lo que fue convirtiendo a Enrique en un avezado guardameta. Así, a sus diecisiete años, por recomendación de Toquita, fue aceptado en el Herediano, donde se ganó la titularidad en el equipo de la primera división. En fin, antes de cumplir los dieciocho, él no solo era el administrador de una empresa periodística, sino el portero del Club Sport Herediano, campeón por primera vez de ese torneo.