Enrique de Mézerville forma parte de la Galería del Deporte en Costa Rica. Como portero del Club Sport Herediano, en las décadas de 1920 y 1930, compartió honores con Eladio Rosabal Cordero y otras glorias de entonces, ganando su primer campeonato en 1924, a sus 18 años, e integró el cuadro tetracampeón entre 1930 y 1933. Si bien el Herediano fue el equipo de sus amores, el Club Fortuna, campeón de Cuba, lo integró en su plantilla de refuerzo, en 1930, durante una gira suramericana, junto a otros costarricenses como Alejandro Morera, «Chizeta» Rojas, Hernán y Oscar Bolaños, el «indio» Buroy y José Antonio Hutt. De hecho, los guardametas Enrique de Mézerville y Ricardo “El Manchado” González fueron los embajadores del arco isleño durante aquella gira. Asimismo, él reforzó a la Liga Deportiva Alajuelense en su exitoso viaje a México, a fines de 1931. Allí enfrentaron a los mejores equipos del balompié azteca, tales como el América, el Atlante, el Necaxa y el Marte, con un saldo de tres victorias, dos empates y una sola derrota. Su hermano Jorge contaba que, estudiando Medicina en Bélgica, encontró en una barbería una revista deportiva con una foto donde Enrique hacía una gran atajada, en un juego internacional jugado en Lima. Muy orgulloso le dijo al barbero que ese portero era su hermano, a lo que éste le respondió: “Sí, claro, y yo soy Napoleón”. Tuvo que enseñarle su documento de identidad para que constatara su nacionalidad y su apellido, pues no le quería creer. Así, Enrique de Mézerville fue el primer portero titular que militó con éxito en un club foráneo, lo que abrió la senda para otros grandes guardametas, como Gabelo Conejo o Keylor Navas, que han triunfado internacionalmente.