LAS GENERACIONES PASAN, PERO SU LEGADO PERDURA: MOMENTOS DE PARTIDA

LAS GENERACIONES PASAN, PERO SU LEGADO PERDURA: MOMENTOS DE PARTIDA

Con el paso de las generaciones, entre las vivencias memorables que se atesoran para el recuerdo, están ciertos momentos experimentados alrededor de la partida de algunos seres queridos, quienes dejaron una huella especial en sus descendientes.

1945-46. En su partida, don Camilo fue recordado con gran aprecio y admiración. Don Camilo destacaba, entre otras cosas, por su capacidad de expresión escrita, que le permitió dirigir un periódico y redactar artículos de opinión, así como por su gran fuerza física, la que demostraba como gran nadador y campeón de pulsos, aún en la edad mayor. Por eso, cuando sufrió un derrame cerebral se vio, de repente, en extremo limitado para continuar con sus actividades normales. Fueron meses muy frustrantes en los que permanecía en cama, al no poder caminar, sin articular palabras en español, pues apenas lograba expresarse con dificultad en francés. Esto hacía que solo se comunicara con su hermana Esther o con sus hijos varones, imposibilitado de hacerlo con su esposa o con sus hijas, quienes vivían con él. El desenlace ocurrió el 4 de marzo de 1946, debido a una falla cardiaca, y todos lo lloraron, pues al partir dejaba un gran vacío. Impresionan los mensajes que se escribieron a raíz de su muerte. En el “recordatorio”, que se entregó para su funeral, se recogen estas palabras de Bossuet: “Fue modelo perfecto de esposo y de padre cristiano. Amó, consoló y dio buen ejemplo a todos los suyos”. En algunos periódicos y revistas de entonces aparecieron reseñas y notas elogiosas sobre su vida, como por ejemplo en la revista “Guanacaste”, donde el periodista Andrés Santana lo describe como a un “hombre ejemplar, escritor ameno y sutil, padre modelo y jefe de hogar prestigioso”. Y, agrega: “En otros tiempos fue periodista formal, serio y talentoso. “La Opinión” y “El Diario del Comercio” publicaron siempre las expresiones de su pluma y las metáforas de su ingenio literario”. Más aún, en una carta escrita por su sobrino Daniel Oduber Quirós, quien estudiaba por esa época en Montreal, Canadá, él le manifiesta el pésame a su querida tía Felicia, con palabras de inmenso cariño hacia el tío Camilo y de profundo dolor por el fallecimiento de un ser tan querido.

 

Expresiones de dolor, como las de Daniel Oduber a su tía Felicia, ante la muerte de su esposo Camilo