La familia de Mézerville Quirós radicó, entre los años treinta y noventa del siglo veinte, al este de la ciudad de San José. En las primeras dos décadas, padres e hijos vivieron en el barrio González Lahmann, en la esquina sureste del actual edificio principal de la Corte Suprema de Justicia. En esa primera etapa, solo Hortensia había dejado la casa paterna al casarse, el 24 de junio de 1933, con Marco Aurelio Madriz Quesada. Aquella casa esquinera destacaba por las vidrieras de colores al frente, que miraban hacia el este. Allí vivió don Camilo de Mézerville Ossaye hasta su muerte en 1946. Por esa época, los otros seis hijos permanecían aún solteros, alrededor de sus padres, una situación que parecía no iba a cambiar nunca, hasta que Enrique y Jorge, eventualmente, optaron por el camino matrimonial. Luego, desde mediados de los años cincuenta hasta la década de los noventa, se pasaron a otra casa, junto a la Ave. 10, a cien metros al oeste del Paseo de los Estudiantes. Y, en cuanto al trato familiar que recibían los tíos de Mézerville Quirós, por parte de sus sobrinos, solo al tío Julio le siguieron llamando por su nombre. A las tías Margarita, Eugenia y Felicita, se les designó siempre, con mucho cariño, como Totó, Nena y Fechi, mientras que a los tíos casados, Hortensia, Enrique y Jorge, se les decía tía Tencha, tío Quique y tío Coque.

Enrique y Eugenia, en González-Lahmann. Jorge y Maruja, con Gaston, por el Paseo de los Estudiantes